jueves, 11 de abril de 2024

Escritores y escritoras no reconocidos en su tiempo por Felicidad Batista








El oficio de escribir tiene la banda sonora del silencio. Silencio en el concentrado placer de leer. Leer mucho antes de sumergirse en las corrientes de tinta y verterla en un mar de papel. Silencio en el concentrado trabajo de construir una novela, crear un relato, sentir un poema, investigar un ensayo, una biografía o un análisis crítico. Silencio en las gavetas. Silencio en las mesas de los editores. Silencio en el largo navegar de un libro de mano en mano, de mirada en mirada, de lector en lector. Pero hay un silencio hondo y ruidoso. Es el silencio que han escuchado escritores y artistas en su tiempo. Olvidados, marginados, despreciados o excluidos, invisibles para sus coetáneos. Solo años después, incluso siglos, ha sido cuando su obra se ha reconocida por su calidad y trascendencia. Son las palabras de estos autores las que escucharemos en este artículo.


Nadie, aunque no lo haya leído, desconoce la existencia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y su creador Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en 1547 en Alcalá de Henares. Viajó, desde la infancia, por distintas ciudades españolas debido a la profesión de su padre que era cirujano. Se sabe que estudió con el profesor Juan López de Hoyo quien publica, en un libro suyo, dos poemas de Cervantes. En 1569 vieja a Roma y en la ciudad eterna se enrola en la milicia de Diego de Urbina con la que participa en la Guerra de Lepanto. Batalla naval contra los turcos que le costará una grave herida en su mano izquierda que le deja secuelas de por vida. Después recorre diferentes ciudades italianas, incluida la isla de Sicilia, y conoce, como gran lector que era, la literatura de este país. A su regreso a España,  su barco es asaltado por piratas turcos y capturado como esclavo junto a su hermano. Permanecieron caut
ivos hasta que pagaron su rescate cinco años después. En 1584 se casa con Catalina Salazar y publica su primera  novela pastoril Galatea en 1585. Pero su periplo vital y económico está plagado de sobresaltos. Vivió en Sevilla y recorrió Andalucía como comisario de provisiones. Recogía cebada, aceitunas o trigo. Pero el embargo a la Iglesia por estas incautaciones le valió la excomunión. Más tarde, como recaudador de impuestos fue encarcelado por quedarse con parte de lo ingresado. Y se sabe que en la cárcel escribió o ideó El Quijote. Publica la primera parte en 1605 con gran éxito de lectura. Lo que comenzó como una sátira a las novelas de caballería, tan en boga en aquella época, se convirtió en novela universal y la primera que aborda el realismo que, con profusión, se ahondará en el siglo XIX, del que Benito Pérez Galdós es un claro ejemplo. Vendrán después las Novelas ejemplares y, tras su muerte, la segunda parte de El ingenioso Hidalgo don Quijote. Pese a lo ampliamente conocido que es su obra, llevada a todos los géneros artísticos, traducida a todos los idiomas, Miguel de Cervantes vivió para sobrevivir y fue escasamente considerado en su tiempo. Su constante errar por ciudades y pueblos para ganar el sustento, sus días de batallas, cautiverio y presidios, lo mantuvieron lejos de reconocimientos de los que disfrutaron coetáneos suyos como Lope de Vega, Quevedo o Góngora.



La inglesa Jane Austen (1775-1817) tuvo que esperar hasta el siglo XX para que sus novelas fueran reconocidas y difundidas, sobre todo, a través de las películas que se realizaron basabas de sus obras. La autora de Sentido y sensibilidad, Emma, Orgullo y Prejuicio, Mansfield Park o Persuasión, escribía en el secreto de su casa. Tenía un dispositivo que ella activaba para cerrar la puerta y no ser vista con la pluma y el papel cuando llegaba alguna visita. Sus novelas, que reflejan la clase media rural inglesa, también recoge el ambiente y el entorno en el que se movían las mujeres de la época y cuáles eran sus expectativas. La mayoría, lograr un buen matrimonio que las liberara de las penurias económicas. Jane Austen realiza una aguda e inteligente mirada crítica y la plasma en sus novelas. A pesar de recibir opiniones favorables como la del escritor escocés, al que admiraba, Sir Walter Scott, no se la conoce hasta bien entrado el siglo XIX, y en España hasta el último tercio del XX. Fue duramente criticada por la escritora Charlotte Brontë y, más tarde, por el cáustico Mark Twain quien dijo que una biblioteca que se preciara como tal no debía contener libro alguno de Jane Austen. Opinaba que sus novelas «una vez uno las suelta directamente no puede retomarlas». También contó con el desprecio de Virginia Woolf, siempre muy crítica con algunos autores. El escritor estadounidense Henry James se refería a su obra como «pequeñas pinceladas maestras de la imaginación». 

Sobre el personaje de Marianne Dashwood, en la novela Sentido y sensibilidad, Jane Austen escribió: «En vez de sacrificada a una pasión irresistible, como alguna vez se había enorgullecido en imaginarse a sí misma; incluso en vez de quedarse para siempre junto a su madre con la soledad y el estudio como únicos placeres, según después lo había decidido al hacerse más tranquilo y sobrio su juicio, se encontró a los diecinueve años sometiéndose a nuevos vínculos, aceptando nuevos deberes, instalada en un nuevo hogar, esposa, ama de una casa y señora de una aldea».


John Keats (1795-1821) fue un poeta romántico británico, nacido en Londres. Era un lector compulsivo. Su vida fue breve y su poesía grande en intensidad y calidad. Publicó su primer poemario en 1817. Tuvo una escasa repercusión, pero eso no lo apartó de su vocación poética. Un año después de la aparición Endymion, un libro duramente acogido por la crítica literaria, tras contraer la tuberculosis y afectado por la muerte de su hermano por esta misma enfermedad, se trasladó a vivir a Hampstead, un barrio londinense. Allí se enamoró de su vecina Fanny Brawne quien sería la musa de la mayoría de sus poemas  como  Lamia, Isabella, La víspera de Santa Agnes, entre otros. Así como un interesante legado epistolar. Sus obra en la que se incluyen La estrella brillante, Oda a un ruiseñor, Oda a la melancolía, Oda a una ánfora griega, Al sueño, Al otoño, etc., fueron y son fuente de inspiración para las generaciones posteriores de poetas que reconocieron su valía, aunque fuera poco considerado en su corta vida. Un poeta que desliza su mirada por la naturaleza, el amor, el desprendimiento del yo poético. Los últimos versos de su Oda al ruiseñor refleja, en parte, su visión creativa e intimista:


¡Olvidadas!” Palabra que tañe cualquier campana

¡Adiós! ¡Adiós! Tu himno lastimero se pierde

más allá de estos prados, sobre el arroyo quieto,

ladera arriba, y luego penetra hondo en la tierra

de los claros del valle colindante.

¿Fue aquello una visión o un sueño de vigilia?

Ya se esfumó la música. ¿Duermo o estoy despierto?


Jorge Luis Borges escribió: «Keats, en el jardín suburbano, oyó al eterno ruiseñor de Ovidio y de Shakespeare y sintió su propia mortalidad y la contrastó con la tenue voz imperecedera del invisible pájaro. Keats había escrito que el poeta debe dar poesías naturalmente, como el árbol da hojas».



El escritor estadounidense Edgar Alan Poe (1809-1849), es uno de los grandes autores del relato de terror y misterio y de donde parten las grandes novelas de detectives. Huérfano desde temprana edad, la muerte de su madre fue un suceso que marcó su vida. Adoptado por un acaudalado hombre de negocios, tuvo siempre una relación conflictiva. Realizó estudios universitarios y fue despedido del trabajo por problemas con la bebida y el juego. Creador del cuento El cuervo, apenas logró notoriedad en su época. Se esforzó en difundir y dar a conocer su excelente literatura pero fue conocido en su entorno como articulista y crítico literario. Publicó su primer libro en Boston en 1827, Tamerlán y otros poemas. Después de dos años en el ejército escribió Aaraaf. Su libro Poemas apareció en 1832. Se traslada a Baltimore donde se casa con Virginia Clemm. Comienza a trabajar en la redacción de un periódico de la ciudad donde también publica textos literarios. En 1842 aparece Cuentos de lo grotesco y de lo arabesco. En 1843 El escarabajo de oro y en 1845, una de sus obras emblemáticas, El cuervo y otros poemas. Colabora con revistas de Nueva York y de Filadelfia principalmente como crítico literario. Esta actividad le dará una gran notoriedad pero no como escritor. Su poesía no fue bien recibida por considerarla artificiosa. Fue, más tarde, cuando se le dio el valor simbolista que representó. Al igual que su importancia como teórico de la literatura tampoco será puesta en valor hasta mucho tiempo después. Autor de obras maestras como el poema El cuervo, los cuentos La cañada de la casa Ushar o El barril de amontillado, entre otros y de la novela Las aventuras de Arthur Gordon Pym. Precursor de la novela policíaca, influyó en poetas simbolistas franceses como Baudelaire y en autores de ciencia ficción como Julio Verne. Falleció víctima del alcohol y las drogas en 1849, poco después del fallecimiento de su joven esposa.

Últimos versos del poema El cuervo

Y el impávido cuervo osado aún sigue, sigue posado.

En el pálido busto de Palas que hay encima del portal;

Y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,

Cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;

Y mi alma, de esa sombra que flota fantasmal,

no se alzará ¡nunca más!


Afortunadamente el escritor, poeta y ensayista estadounidense de Nueva York, Herman Melville (1819-1891), no hizo caso de las críticas furibundas que se le hicieron a su obra. De lo contrario, nos hubiéramos perdido grandes obras de la literatura como las novelas Moby Dick (1851) y Benito Cereno (1855) o el delicioso cuento Bartleby el escribiente (1853). La crítica destrozó Pierre y sus ambigüedades (1852) y su última novela El estafador y sus disfraces (1857). No fue fácil para Melville conseguir editores para sus escritos. En varias ocasiones los publicaba en revistas. Su obra poética tampoco fue reconocida. En 1860, después de enrolares en un barco y recorrer los mares del sur, escribió un poemario que fue rechazado por el editor. Trabajó durante casi dos décadas en la aduana. El poemario épico Clarel (1876), estuvo inspirado en su viaje a Tierra Santa en 1856. Publicaba sus obras con el dinero de una herencia de su mujer Elizabeth Shaw. Y sus libros apenas se vendían. Murió en 1891 en el completo olvido del mundo literario y dejó inacabada su novela Billy Bud que no se publicaría hasta 1924. Melville, como pocos, representa al autor no reconocido en vida. 

Así comienza Moby Dick:«Llamadme Ismael. Hace unos años —no importa cuánto hace exactamente—, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación.Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustitutivo de la pistola y la bala».


Emily Dickinson es otro claro ejemplo de poeta descubierta varias décadas después de su fallecimiento. En vida apenas publicó unos cuantos poemas en su ciudad natal en Massachussets. Su vida y su obra están extensamente tratadas en los artículos:
  Emily Dickinson, Tenerife y El Teide y Emily  Dickinson; del Teide a Amherst.



Fueron las escritoras de la Generación del 27 en España, como más tarde las de la Generación Beat en Estados Unidos, ignoradas y postergadas a décadas futuras para llegar a saber de su obras. Es imprescindible recordar a María Teresa de León (1903-1988). Conoce a Rafael Alberti en 1929. Se separa de su anterior marido y se va a vivir con el poeta gaditano. Publica,  por primera vez después de un viaja a Argentina en 1928, Cuentos para soñar y La bella del mal amor. Activista política y cultural incansable, participa en diferentes eventos y acontecimientos del siglo XX. Se exilia con Alberti en Argentina después de la Guerra Civil Española. Allí permanecerán más de veinte años hasta que se trasladan a Roma en 1963. Su obra comprende teatro, novela, cuentos, ensayos, guiones de cine, etc. Cuando regresa a España en 1977, el olvido no sólo será el de su tiempo o por la sombra de Alberti, sino también por la enfermedad del Alzheimer. Fallece en 1988. Su obra e importancia literaria fue reivindicada en 2003 con la exposición María Teresa de León. Memoria de un compromiso.


Otras escritoras de la Generación del 27 recuperadas en los últimos años son Concha Méndez (1898-1896). Poeta aunque también escribió teatro. Vivió el exilio en México donde falleció. Su obra poética está recogida en “Poemas 1926-1986”. Fue el marido de su hija, el profesor James Valender, quien recopiló sus poemas. Más tarde, su nieta Paloma Ulacia Altoaguirre publicaría Memorias habladas, memorias armadas, un compendio de sus grabaciones sonoras.



Nuestra Josefina de la Torre (1907-2002). Una escritora nacida en Las Palmas de Gran Canaria, cantante lírica, actriz que ha sido homenajeada en el Día de Las Letras Canarias en 2020. De ella, sintamos su voz en este poema:


«Si ha de ser, quiero que sea

de pronto. Cuando yo piense

en horizontes dormidos

y en el mar sobre la playa.

Si ha de ser, que me sorprenda

en mis mejores recuerdos

para hacer de su presencia

un solo signo en el aire.

Dormida no, ni despierta:

si ha de ser, quiero que sea

de poemas de la isla».



La obra de la poeta del movimiento literario confesional, la estadounidense, nacida en Boston, Sylvia Plath (1932-1963), se conoció fundamentalmente tras su muerte. Publicó su primer poema a los  ocho años. Inteligente y brillante e insegura Le afectó la temprana la muerte de su padre. Mantuvo siempre una relación conflictiva con sus progenitores, profesores de origen alemán, autoritarios y, especialmente, con su madre. Padeció depresiones y distintos desórdenes mentales. Así, en el comienzo de sus estudios universitarios tuvo un intento de suicido. Fue internada en un hospital psiquiátrico. Suceso que relató en su única novela autobiográfica La campana de cristal (1963). Es en la universidad donde conoce al poeta inglés Ted Hughes con el que se casa en 1956. Época en la que asiste a los seminarios del poeta y escritor Robert Lowell y donde también entra en contacto con la poeta Anne Sexton. Pero pronto comenzarán las desavenencias matrimoniales y las infidelidades del escritor. Se mudan a Inglaterra y nace su primer hijo. Pero una nueva relación de su marido acaba con la separación de la pareja. Deja la ciudad de Devon y se traslada con sus dos hijos a Londres. Allí alquila la casa donde vivió el poeta W. B. Yeats en 1961. Pero el proceso de separación, la falta de recursos económicos y la enfermedad que padecía influyeron en su suicidio en 1963. A lo largo de toda su vida escribió diarios. El que fuera su marido el escritor Ted Hughes recibió el legado de obra de Sylvia Plath y fue el editor literario de sus manuscritos. Supervisó su obra y destruyó aquella parte de los diarios que hacían referencia a la vida en común con la poeta de Boston. El coloso”lo publicó en vida 1960, pero el resto de su obra es póstuma como Ariel (1965), Tres mujeres (1968), Cruzando el agua (1971) o Árboles de  invierno. Fue la primera escritora en recibir el premio Pulitzer póstumo por sus volumen de Poesía completa en 1982. Así dice la estrofa final del poema Canción de amor de la joven loca

Me imaginé que ibas a volver como dijiste,

pero crecí y me olvido de tu nombre.

(Creo que te inventé en mi mente).

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti,

por lo menos cuando la primavera llega, ruge nuevamente.

Cierro los ojos y el mundo muere.

(Creo que te inventé en mi mente)



Una de las escritoras más recientes, ignorada hasta once años después de su muerte, es la estadounidenses Lucia Berlin (1936-2004). Autora de casi un centenar de cuentos y de recibir algún premio en vida, no fue reconocida hasta hace unos años. Fue su libro Manual para mujeres para la limpieza quien nos rescató una escritora inteligente que se nutrió de su complicada vida para escribir relatos magistrales. Tuvo una vida azarosa marcada por su salud, alcoholismo, relaciones familiares y personales. Residió en países como Chile y México, en ciudades como Juneau (Alaska), donde nació, Idaho, Kentucky, Albuquerque, Nueva York o Los Ángeles. Realizó trabajos en la limpieza, de enfermera, profesora o recepcionista. Tuvo varios matrimonios fracasados y cuatro hijos. Su obra se recopiló también en el libro Bienvenida a casa. A pesar de publicar algunos relatos en vida y de ser admirada por algunos escritores, no logró que el conjunto de su obra se editara y alcanzara la trascendencia que hoy tiene.

Los escritores pueden ser olvidados, silenciados, excluidos, ocultados, incluso sus libros ser pasto del fuego, pero sus obras por calidad y trascendencia, más tarde o más temprano, terminan por emerger por esa sistemática obstinación que el tiempo impone. Y termina por sacar a flote a esos  autores y autoras a los que tarde tarde o temprano, alcanza la justicia de la memoria.  



Fotos tomadas de internet


jueves, 7 de marzo de 2024

Escritoras Premio Nobel de Literatura por Felicidad Batista


Ser escritora y obtener el premio Nobel no es frecuente y la historia de los galardones de la Academia sueca, así lo testimonian. Pero, más que su Nobel, quiero reivindicar que todas son trabajadoras de la palabra. Trascendentes escritoras por su trayectoria y legado literario, sus premios, su lucha, su profunda humildad e infinito respeto a la literatura. Todas tienen muy claro, se refleja en sus obras, que en la literatura sólo cabe literatura.


El primer jueves de cada octubre la Academia Sueca da a conocer el premio Nobel de Literatura del año correspondiente. En el mandato que Alfred Nobel dejó en su testamento especifica que  debe valorarse,
a la hora de su concesión, a los autores que hayan creado «las obras más destacadas». Se otorga desde 1901 que se le concedió al francés Sully Prudhome. En 2018 que se aplazó por el escándalo de acoso y abusos sexuales que salpicaron de lleno a la Academia en la sección de Literatura.


Frente a 103 escritores galardonados, solo 17 han sido las escritoras consideradas por la Academia sueca para esta distinción. Hubo décadas, como la de los 50, en la que ninguna  mujer fue premiada. Y sólo ha sido, a finales del siglo XX y en lo que llevamos del XXI,  cuando han sido premiadas. 

Las distinciones sólo reconocen a algunas autoras, pero quedan muchas voces por reivindicar, significar y dar a conocer. No obstante, las que aquí se mencionan, son parte de esa literatura que se escribe desde el silencio, otras lenguas, géneros y países. Sin duda, una ocasión para abrir puertas y profundizar en su obra, en sus miradas, creaciones y mundos literarios. 





Selma Lagerlöf fue la primera mujer a la que se concedió en 1909. Nació en 1858 en la ciudad sueca de Marbacka y falleció en 1940. Por un problema de movilidad pasó buena parte de la niñez en reposo lo que le llevó a ser una gran lectora. A los doce años ya compuso su primer poema dedicado a su ciudad natal. Pese a los problemas económicos de la familia , logró un préstamo para estudiar en Estocolmo. Y así se graduó como maestra en 1885.

La familia terminó arruinada y en ese entorno de dificultades se presentó al concurso de un diario con la  novela “La saga de Gösta Berling” que ganó. La repercusión de su premio y de su novela fue escaso. Lo que hizo pensar a la autora que su carrera literaria tenía los días contados. Paralelamente, entró en contacto con los movimientos feministas y sufragistas suecos quienes apoyaron su obra. Pero todo cambió cuando fue traducida al danés y un importante crítico literario hizo una reseña. Después llegarían “Lazos invisibles”, “Cuento de una casa solariega”, “Duendes y portales”, “El proscrito” y una amplia producción en novela, relatos, teatro, etc.



La italiana Grazia Deledda obtuvo el Nobel en 1926. Había nacido en 1a localidad  de Nuoro en 1871 y falleció en 1936. 

Comenzó publicando relatos en revistas. Autodidacta, las historias se desarrollan en el ambiente rural de Cerdeña, de la tradición oral de la isla con ciertos rasgos románticos y del folclore local. Donde el amor, el dolor y el sentido de la culpa impregan a muchos de sus personajes. Su novela más conocida fue “Elías Portolu”. También escribió relatos y teatro. Entre sus obras destacan “Cenizas” que se llevó al cine 1916, “La hiedra”, “Cañas al viento” o “El incendio en el olivar”. 




La escritora noruega Sigrid Undset fue galardonada en 1928. Aunque nació en Dinamarca a los dos años su familia se trasladó a Noruega. Debido al fallecimiento de su padre no pudo completar su formación. De padre arqueólogo, estudio historia y arte medieval. Trabajó como secretaria desde muy joven. No tardó en comenzar a escribir y publicar novelas. La primera “La señora Marta Ulia” en 1907, a las que siguieron “Primavera”, “Las Mujeres sabias” la trilogía “Krinstin Lavramsdatter y “Olav Audussön”, entre otras. Pese a su pasión por la pintura después de casada se le exigió dedicarse únicamente a la vida familiar. Conflicto que la llevó a ser consciente del papel de la mujer en la sociedad y a participar en movimientos en políticos y sociales. Divorciada, trabajaba de secretaria, cuidaba de sus hijos y escribía por la noche y los fines de semana. De convicciones tradicionales, se convirtió al catolicismo en 1924. Durante la II Guerra Mundial luchó en movimientos en contra de los nazis y de la ocupación alemana en su país


La estadounidense Pearl S. Buck obtuvo el Premio Nobel en 1938. Nació en Virginia Occidental en 1892 y falleció en 1973.  Hija de misioneros vivió en China desde los tres meses y durante cuarenta años. Estudió en Estados Unidos. Regresó al país asiático donde impartió Literatura inglesa en la Universidad Nanking. Publicó artículos en periódicos y revistas. Su amplia producción literaria comenzó con la novela “Viento del Este, viento del Oeste” en 1929. Su primer éxito de ventas y reconocimiento fue con “La Buena Tierra” en 1931. Su obra se centra, mayoritariamente,  en la vida en China y su gente. Recibió diferentes premios como el Pulitzer. Regresó definitivamente a su país en 1934. Fue activista y defensora de los derechos civiles y de la mujer. También se dedicó a la protección de la infancia.


La primera mujer en lengua española en obtener el Premio Nobel en 1945, fue la chilena Gabriela Mistral. El seudónimo de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Nació en 1889 y falleció en Nueva York en 1957. Escribió poesía, prosa, cantos, rondas y oraciones. Comenzó como maestra en la Patagonia y desde siempre se ocupó y preocupó por la Educación pública. Sus primeras publicaciones datan de 1904 en revistas y periódicos.  

En 1914 obtiene el Premio Nacional de Poesía de Chile con “Sonetos de la muerte”. Años después, en 1922, participa en los Planes de Educación de México. Vive y trabaja como docente en diferentes países de América Latina, Estados Unidos y Europa. Siendo cónsul o embajadora en Puerto Rico, España, Portugal, Guatemala, Francia, Brasil, Estados Unidos, México e Italia. Obras destacadas son “Desolación”, “Lecturas de mujeres”, “Ternura” o “Tala”, ésta última dedicada a los niños de la Guerra Civil Española, entre otros poemarios. El primer libro que publica en Chile, los anteriores fueron en el extranjero, fue “Lagar” en 1954. 



La poeta y escritora alemana Nelly Sachs, Premio Nobel de 1966, nació en Berlín en 1891 en el seno de una familia de industriales judíos y falleció en Estocolmo en 1970. Sus primera poesía fue romántica pero a raíz de la llegada de los nazis al poder, se exilió a Suecia. Allí fue acogida y protegida por la escritora Selma Lagerloff. Desde ese momento, su poética y su producción dramática se centró en el tema judío. Basada en el la cabalística, el jasidismo, la Biblia y la mística y la teosofía del erudito Luteraro de Jakob Böhme. Su primer libro apareció en 1947 “En las moradas de la muerte” dedicado a los asesinados en los campos de exterminio nazis. “Eclipse estelar”, “Y nadie sabe nada más” y “Huida y metamorfosis” aparecen en el libro titulado “Más allá del polvo”. “Señales de arena” recoge sus poemas escénicos. El premio Nobel lo compartió con el escritor hebreo Shmuel Yosef Agnon.



La sudafricana Nadine Gordimer fue premiada con el Nobel de Literatura en 1991. Ella nació en 1923 y murió en 2014. Narradora y ensayista, de familia judía inmigrante, comenzó a escribir muy pronto y publicó su primer relato en la revista Forum a los 15 años. Sus primeros libros fueron de relatos y en los años 50 aparecieron sus primeras novelas. Luchó por la igualdad, por defender las libertades y en contra del sistema racista del  “apartheid” de su país. Destacan entre su obra, la novela “El Conservador”, “La gente de July”, “Nadie que me acompañe”, entre otros muchas novelas, ensayo y libros de relatos. Una literatura siempre comprometida con la libertad, los derechos y las libertades y en abierta confrontación con la discriminación y el racismo.



Pasaron dos años para que la siguiente Nobel fuera mujer. Toni Morrison, seudónimo de  Chloe Anthony Wofford, lo recibió en 1993. Nació en 1931 y falleció en Nueva York en agosto de 2019. Se formó en Filología inglesa y en Humanidades. Impartió clases Filosofía y Letras y escritura creativa en las Universidades de Yale, Howard, Texas, Rutgers, etc. También trabajó como editora en Random House. La primera novela la publicó con casi cuarenta años “Ojos azules”. Años más tarde escribe “Sula”. Ambas con la temática de la complejidad de la vida de las mujeres afroamericanas y que apenas fueron mencionadas por la crítica. Es con “La canción de Salomón” cuando obtiene el reconocimiento de la crítica literaria y del público en 1977. Le siguieron “La isla de los caballeros” y, especialmente, “Beloved” con la que obtiene el premio Pulitzer que ahonda en la esclavitud y en la historia dolorosas de generaciones de afroamericanos y que fue llevada al cine. Una literatura comprometida y una de las escritoras más lúcidas de la literatura contemporánea estadounidense.



En 1996 el Premio Nobel de Literatura fue para a poeta polaca Wislawa Szymborska. Nació en 1923 y murió en Cracovia en 2012. Comenzó a estudiar en la Universidad de Jagellonica Lengua y Literatura Polaca y Sociología que no terminó por problemas económicos. Fue en esa etapa de estudiante cuando comenzó a publicar sus poemas en revistas. “Busco la palabra” fue el primero. La censura le impidió publicar su primer libro en 1949. Por tanto, es en 1952 cuando aparece su primer poemario “Por eso vivimos”. Aunque estuvo vinculada con el Partido Obrero unificado, reniega de sus primeras obras por estar demasiado cercanas al “realismo socialista”. Con el tiempo entabla contacto con la disidencia polaca y colabora en distintos espacios culturales. Su poesía es irónica e inteligente. Aborda el tiempo, la niñez, los recuerdos, las emociones, la realidad humana, sus espejos y sus suburbios. Entre sus obras destacan “Preguntas a mí misma”, “La llamada del Yeti”, “Gente en el puente”, “Fin y principio”, “Hasta aquí”, entre otros. 



La Premio Nobel de 2004 fue la poeta, novelista, ensayista, dramaturga y traductora austriaca Elfriede Jelinek. Nació en octubre de 1946. Feminista, perteneció al Partido Comunista de su país y durante un tiempo escribió crítica social. Estudió Música y composición en el Conservatorio de Viena, teatro y cine. Artes que influirán en su obra narrativa y poética. Su primera novela de éxito fue “Las amantes” publicado en 1975. También destacan “Somos reclamo, baby”, “Los excluidos” o “La pianista”, llevada al cine por Michael Haneke, “Deseo”, “Obsesión” etc. Crítica a su país por la permanencia de vestigios nazis y en sus obras plantea la imagen y sus etiquetas que aún subsiste de la mujer. Su obra ha sido objeto de controversias puesto que cuestiona las conciencias dormidas y acomodadas de una parte de la sociedad.



Doris Lessing alcanzó el Premio Nobel en 2007. Había nacido en 1922 en la antigua Persia, hoy Irán. Su padre ex oficial del ejército británico y su madre se trasladaron, cuando ella tenía seis años,  a la entonces Rodesia del Sur, hoy Zimbaue. Allí vivió hasta los 30 años. Los conflictos con el autoritarismo de su madre la llevó a marcharse de la casa familiar y a trabajar desde muy pronto. Fue autodidacta, formándose en literatura y sociología. De su segundo marido Gotffried Lessig adoptó su apellido. Entró en contacto con círculos literarios y políticos de izquierda. Luchó contra la discriminación racial y reivindicó desde el  feminismo. Su obra gira en torno a novelas, relatos cortos y algunas incursiones en el teatro, la biografía o el ensayo. Obras de inspiración autobiográficas de su niñez, su estancia en África, sus experiencias vitales, sociales y políticas. La primera novela que publicó fue “Canta la hierba”. Y que la dio a conocer y su primer gran éxito fue “El cuaderno dorado”. Destacan la pentalogía “Hijos de la violencia” de marcado carácter psicológico. “la buena terrorista” o “El quinto hijo”. Falleció en 2013.



La autora rumano-alemana Herta Müller obtiene el premio Nobel en 2009. Nació en Rumanía en 1953. Es novelista, poeta y ensayista. Pertenece a la minoría alemana de Suabos del Danubio asentados en Rumanía. Ella aprendió el rumano en el colegio. Esto le permitió estudiar en la Universidad de Timisoara, Filología rumana y germánica. Presionada y perseguida por los servicios secretos rumanos logra marcharse a Alemania. Trabajó en diferentes universidades del país hasta residir en Berlín. Su obra gira en torno a la dictadura que vivió en Rumanía y las consecuencias sociales y psicológicas. Su primera libro “En tierras bajas” es un conjunto de relatos. “El hombre es un gran faisán en el mundo”, es una novela de 1986 de notable éxito que aborda la situación política y opresiva de Rumanía. Otras novelas son “La piel del zorro”, “La bestia del corazón” o “Todo lo que tengo lo llevo conmigo”. En su estilo destacan las imágenes poéticas, los paralelismos y las elipsis. 



La importancia del premio Nobel de 2013 a la escritora canadiense Alice Munroe, estriba en el reconocimiento del género del cuento y el relato. Vivió durante un tiempo en una granja de su Ontario natal que más tarde sería parte de su creación literaria. Después de casarse con su primer marido James Munro se trasladó a Vancouver. Tras el nacimiento de su primera hija se instalan en Victoria donde el matrimonio abre una librería. Durante la infancia de sus tres hijas escribió algunos cuentos. Su primer libro “Dance of the Happy Shades” se publica en 1968. Al que le siguen “Las vidas de las mujeres” en 1971, “¿Quién te crees qué eres?”, “Lunas de Júpiter”, “Secretos a voces”, “Demasiada felicidad”, “Mi vida querida”, etc. Sus relatos transcurren en la aparente cotidianidad de las relaciones humanas. Pero como todo buen cuento es lo que subyace en sus profundidades lo que conmueve. También ha escritos sobre la historia familiar y sus vicisitudes como inmigrantes escoceses. 



La escritora y periodista Svetlana Aleksiévich fue galardonada en 2015. Nació en la antigua Unión Soviética en 1948 y es biolorrusa desde 1991. Ejerció como periodista y profesora de historia y alemán. Sus novelas fusionan periodismo y literatura. Su primera novela, “La guerra no tiene rostro de mujer” que se publicó en 1985, aborda la participación de la mujer rusa en la II Guerra Mundial con la técnica de las entrevistas. En “Los chicos de los ataúdes de zinc”, la autora entrevista a las madres d ellos solados que participaron en la guerra de Afganistán. “Voces de Chernóbil”, habla de la catástrofe nuclear a través d ellas voces de quienes la padecieron. 


Olga Tokarczuk Premio Nobel premio correspondiente al aplazado en 2018. Nació en Polonia en 1962. Es psicóloga y experta en enfermos mentales. Milita en el ecologismo de izquierdas. Vive en los Sudetes polacos y sus paisajes y cultura se reflejan en su obra literaria. Publicó sus primeros relatos en una revista literaria en 1979. Su novela inicial “El viaje  de los hombres del libro” en 1993. Después llegaron “E. E.”, “En un lugar llamado antaño”, “Anna Inn en los sepulcros del mundo” o “Los errantes”. Ha escrito ensayo y relatos como “Concierto de varios tambores”. Considerada como una de las voces más destacadas d ella literatura polca actual. Según consta en el fallo del jurado de la Academia ha sido premiada por su “imaginación narrativa”



Louise Glück. Nació en Nueva York en 1943 y falleció en Cambridge (Massachussets) en  2023.  Fue galardona a en 2020. Antes había desarrolla una intensa actividad creativa y poética. Premiada con el Pulitzer y otros destacados premios. Fue docente  de lengua inglesa en  diferentes universidades estadounidenses. Además de poeta fue ensayista. Autora de libros como “El iris salvaje”, “Ararat”, “Las siete edades”, “Averno”, “Una vida de pueblo”, “Primogénita. la casa en el marjal”, etc. La Academia sueca destacó la concesión del Premio Nobel «Por su característica voz poética, que con su austera belleza hace universal la existencia individual».



Annie Ernaux, nació en Francia en 1940. Escritora y profesora de Francés, ha dedicado buena parte de su narrativa a una literatura vivencial y en primera persona. Así relata la vida de su madre en “Una mujer”, el ascenso social de su familia en “El lugar” y “La venganza”, su matrimonio y divorcio en “La mujer helada”, el Alzheimer de su madre en “No he salido de mi noche”,  su aborto en “El acontecimiento” etc. La Academia sueca afirmó que la concesión del Premio Nobel de Literatura 2022  se debía, en parte, «por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas de la memoria personal»



Fotos obtenidas de Internet


jueves, 29 de junio de 2023

Palabras mayores Biblioteca de Canaria. Felicidad Batista


 




Me emociona y es un gran honor para mi formar parte de la colección “Palabras mayores” de la Biblioteca de Canarias. Una entrevista en profundidad donde hablo de mi proceso creativo, trayectoria literaria y personal. Silencios que ahora también son palabras.
"Palabras mayores", según la definición de la Biblioteca de Canarias, «son entrevistas en profundidad a grandes personalidades de las letras Canarias y recoger su legado de viva voz, ese es el objetivo principal».