martes, 8 de agosto de 2017

San Francisco Summer of Love






Este verano, días después de salir de San Francisco, en un hotel de Nevada, escribí un microrrelato donde la infancia y el recuerdo de una mañana me asaltó, de nuevo, por las calles de esa ciudad literaria que celebra los cincuenta años del nacimiento del movimiento hippie. Antes, en diciembre de 2014, había escrito y publicado en Canarias Cultura un relato basado en ese encuentro y que, sin dejar de ser ficción, parte de acontecimientos en Bórcor

Se puede leer en este enlace: La sonrisa iluminada





San Francisco Summer of Love
(Microrrelato, 2017)

San Francisco es un vibrante poema con cadencia de jazz y sonido a rock. Calles interminables trepan o descienden en viejos tranvías de cable. Vagabundos varados como versos sueltos en sus aceras y resonancias psicodélicas en sus parques. Buda en las equinas y el Zen extraviado en el Distrito Financiero. Tiene flores en el pelo que, los hippies de Height Ashbury, dejaron colgadas en los puentes dorados que unieron generaciones y sueños. 
Ando a prisa porque el tiempo se diluye como hielo en el whisky de un poeta olvidado. Mis pasos casi vuelan por la avenida Columbus. Janis Joplin, isla desgarrada, flota en la bahía. Me asalta, de pronto, la mirada azul del hippie de barba rubia que encontré, una mañana de mi infancia, en el patio de casa. Contemplaba los rosales de mamá. “Haz el amor y no la guerra” leí curiosa en su camiseta vieja y decolorada. Imagen que me acompaña  hasta la esquina con Broadway. Allí, al otro lado de la calle, inclinada hacia el Café Vesubio aparece la Librería City Lights. Entro con ansiedad de lectora sedienta. Zigzagueo entre estrechos pasillos de libros hasta desembocar en una escalera que sube a la sala de los versos. Asciendo a aquel paraíso y dos ventanas iluminan la habitación de los poetas. Respiro hondo. Entre aquellos anaqueles, donde me espera la generación Beat, comenzó el poder de las flores, el verano del amor, el lanzar libros y no bombas, y la sonrisa del hippie que venía a sentarse al jardín familiar de Bórcor. 
En el silencio de la librería y los poemas que incitan desde los estantes, queda el humo perfumado de nostalgia, las alas rítmicas y coloreadas de las canciones y, en el camino,  poesía.


Librería City Lights Bookstore& Publishers en Columbus Ave.
Algunas imágenes de Hight Ahsbury, el lugar de San Francisco donde se inició el movimiento hippies en el verano de 1967:















4 comentarios:

  1. Querida amiga las letras y tu os amais intensamente. Me encanta como escribes. Un abrazo lleno de cercanía aún en la distancia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Diego, agradezco mucho tu lectura, la amabilidad de tu comentario y, sobre todo, que te haya gustado. Un abrazo grande, admirado escritor y amigo.

      Eliminar
  2. Si bien anduviste de prisa por las calles de San Francisco, siempre tu sed de letras te conducirá directo a una Librería. Como siempre mi querida amiga descripción y belleza en tus relatos.
    Abrazos todos mi querida Felicidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Admirada poeta y artista Taty, así es. La magia de los libros pone alas siempre a nuestros sueños y a nuestros pasos.
      Gracias por tu lectura atenta, siempre, por tus palabras y por enriquecer este blog.
      Un abrazo grande

      Eliminar