viernes, 19 de junio de 2015

Cada mañana*




Aparece al amanecer como llegan las buenas o malas noticias: entre las tinieblas que huyen de la noche y los impetuosos rayos de sol que deslumbran.
Sorprende a Manuel ajustando las cinchas de la montura de Coliseo, su fiel alazán. Trajano, Vespasiano cuando el amo está beodo, mueve la cola sin ladrar. Ella se acerca por el camino de tierra que custodian dos hileras de palmeras. Su traje rojo de lunares blancos ceñido a la cintura, flamea como una bandera de señales. Flota sobre zapatillas escarlatas de tacones de aguja y, en la mano, una maleta de madera y cartón. Se detiene frente a Manuel.
—Regreso— insinúa una leve sonrisa carmesí.
Manuel clava la mirada en el colgante de arcilla que se balancea entre sus pechos. Una espiral que él modeló y colocó sobre su cuerpo desnudo, cuarenta años atrás.
—La casa se demolió hace tiempo— le responde cansino.
Ella se encoge de hombros y señala la puerta entreabierta.
—Está ahí.
—Esa, es la otra. La que se construyó después de tu marcha y está deshabitada.
Arquea las cejas, lo besa en los labios, se gira y Manuel, cada mañana, la ve alejarse bajo las palmeras, escoltada por Trajano.
Él acaricia las crines del viejo caballo.
—Ella ha olvidado que la casaron con otro y yo, amigo Coliseo, siempre la contemplo en el último día que hicimos el amor.



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*Mi relato Cada mañana, se publicó, por primera vez, en el blog del escritor Diego Lopa Garrocho: Del Rosa al AmarilloBlog que recomiendo por sus interesantes entradas literarias propias y de poetas y escritores invitados.
Este escritor onubense, administrador de sueños, como  se define, es autor de Las caras de Huelva, William Martin, el hombre que nunca existió, Mis sueños en 39 colores,  entre otros. 






martes, 16 de junio de 2015

20 almas de ciudades





Regreso del viaje de leer El alma de las ciudades: relatos de viajes y estancias del escritor valenciano Fernando R. Genovés Un recorrido sugerente por las ciudades y sus laberintos. No se trata de periplos guiados por espacios comunes, reconocibles o recónditos, sino, más bien, un paseo emocional desde el imaginario literario, cinematográfico, musical y artístico de su autor. 
Es un libro para perderse en las grandes avenidas, andar por estrechas calles venecianas, paladear cafeterías encantadoras, pernoctar en hoteles especiales, adentrarse por paisajes que transportan más lejos, pasear entre edificaciones que escalan al cielo o cuentan, sigilosamente, historia e historias. Que permite al lector subir al tren y bajarse, en cada estación, con maletas de recuerdos y vivencias propias. Pero también descubrir ciudades inéditas.
Nueva York, Ámsterdam, Roma, Berlín, Praga, Estocolmo, Verona... Son, entre otros, destinos de lectura viajera que se abren a páginas literarias, a notas de jazz, de swing..., a planos, secuencias y escenas de películas. Porque las ciudades para los viajeros no se elevan sobre sofisticados trazados urbanísticos o redes de transportes; las ciudades para los viajeros, son espacios emocionales que antes ya se han visitados en poemas, novelas, relatos, filmes, melodías y canciones. Y se camina por sus calles siguiendo el trazado de las palabras leídas, los planos del objetivo de una cámara de cine y de las notas de una melodía, una banda sonora o una Rapsodia azul.
Fernando R. Genovés, con su siempre magnífica prosa, nos embarca en un suculento tour que nos transporta al alma de las ciudades: la que se contempla y la que se siente, la que se percibe y la fantasmal, la que queremos ver y la que late en nuestro imaginario. Ciudades por las que extender las alas viajeras de la lectura y dejarse invadir por lo desconocido, o por una deliciosa nostalgia, esa que nos evoca lugares que un día descubrimos y a los que siempre queremos regresar.
El alma de las ciudades es un gran plan de viajes. Y una exquisita lectura.
Puerta de embarque: Amazon