Dunas
de arena se apilan en las cejas y poco a poco se van depositando en la
ondulación de las pestañas que amplían el desierto hasta el interior de mis
ojos. Después de dos semanas de travesía debo mantenerme alerta. El Gobi es un
viejo y conocido rufián dispuesto a arrebatarme la razón y la vida al menor
descuido. Y creo ver en la lejanía retazos de nubes coloreadas arrancadas del
cielo que cabalgan en mi dirección. Trato de aguzar la mirada, espoleo al
caballo y trotamos hasta una pequeña elevación donde oteo las sedas rojas y
amarillas que se acercan flameando al viento. Vienen seguidas de un halo de
polvo ensangrentado en la caída de la tarde. Un centenar de guardianes del
gobernador de la provincia de Xinjiang pasan a escasa distancia de mí. Y una
mirada cubierta de muselinas azafrán se cuela entre los lanceros. La mujer que
la deja escapar va en un palanquín. Los sigo a distancia porque aquella también
es mi ruta. El séquito se adentra en el palacio del gobernador mientras que mi
destino son los comerciantes de pieles. Cobro en plata mis ventas y me dirijo a
la casa de té más importante de la ciudad. Pero me impide entrar una lucha de
mano y espada con un desconocido que me obliga a defenderme cuando el talón de
su pie izquierdo golpea mi estómago vacío.
Giro 360 grados, muevo los brazos aleteando y me coloco en tensión como una grulla cuando abre sus alas. El dorso de su hoja cortante cae sobre mi hombro, repto simulando a la serpiente y cierro el puño en un intento de domar al luchador con cara de tigre. Mi sable suena como viento afinado y su espada ansía mis venas. Y él ataca como si soltara un látigo y ruedo casi vencido por el suelo. El filo del metal roza mi garganta antes de escuchar sus carcajadas, es el gobernador en sus horas de diversión callejera. Me eligió para el combate por ser foráneo y no cercena mi cuello por mi nobleza en el arte marcial. Me invita a su palacio donde por la tarde celebrará un gran banquete.
Giro 360 grados, muevo los brazos aleteando y me coloco en tensión como una grulla cuando abre sus alas. El dorso de su hoja cortante cae sobre mi hombro, repto simulando a la serpiente y cierro el puño en un intento de domar al luchador con cara de tigre. Mi sable suena como viento afinado y su espada ansía mis venas. Y él ataca como si soltara un látigo y ruedo casi vencido por el suelo. El filo del metal roza mi garganta antes de escuchar sus carcajadas, es el gobernador en sus horas de diversión callejera. Me eligió para el combate por ser foráneo y no cercena mi cuello por mi nobleza en el arte marcial. Me invita a su palacio donde por la tarde celebrará un gran banquete.
Llego
demasiado pronto con mi casaca de seda roja y dragones amarillos y me conducen
a un patio interior donde aguardo el comienzo del festín. Reviso mi
indumentaria en el resquicio del estanque que dejan libres los nenúfares. Me
siento en el borde y me dejo embelesar por la melodía de las cuerdas del
dulcémele que me recuerda el sonido
armonioso del bambú en los bosques de mi infancia. El borboteo del agua entre
las plantas me trae la voz doliente de una mujer que me habla detrás de una
ventana cubierta de sedas negras. Su rostro asoma y tropiezo de nuevo con la
mirada furtiva del desierto. Es Xingyu Li, la han secuestrado en la lejana
Mongolia y si no la libero será la nueva concubina del gobernador. Nada puede
hacer un simple mercader. Su padre me pagará con un buen número de caballos.
Vuelvo a negarme. Pero sus ojos lluviosos y su expresión de cierva apresada me
arrancan una promesa.
Después
de la bacanal, me escondo hasta que todos se ausentan a sus habitaciones o
abandonan el palacio. Me acerco a su ventana y ululo como un búho y ella aparece
con un vestido azul añil bordado de pájaros verdes. Cruzamos sigilosos pasillos
y salas deshabitadas, trepamos al tejado y tenemos que ocultarnos de la luna
delatora que esta noche se ha llenado de luz. Cabalgamos bajo las estrellas,
entre nieblas y lluvias hasta que el sol
comienza a arder en su piel y en la mía y el desierto se extiende como un
lienzo ambarino. El aire caliginoso no tarda en avisarnos que los guardias se
acercan. Ella se sumerge en mi mirada y yo en la suya. Nos rodean. El
gobernador se descabalga y avanza blandiendo dos espadas, las maneja con
destreza como si cortara jirones de aire. Sé que esta vez no tendrá clemencia.
Y grito para espantar nuestro destino y mis ojos se abren ante el guerrero que
me despierta de la muerte segura bajo la trampa que tiende el desierto. Me dan
agua, miel y un cuenco de arroz hervido. Recupero la lucidez. Son guardianes que regresan de Mongolia a Xinjiang. Les agradezco que me
hayan rescatado de las garras del Gobi, les regalo pieles. Ellos continúan su
marcha y cuando me dispongo a seguirlos descubro la mirada cautiva del palacio entre
las sedas naranja de un palanquín.
El encanto de "las Mil y una noches" regresa entre las muselinas de tus palabras, con el aroma a incienso y el horizonte del desierto en llamas. Espejismos que son espejos del corazón, oasis de despertares que se confuden con la piel de las dunas siempre devoradoras de caricias.
ResponderEliminarConsigues con tu relato transportar al lector de manera magistral, mágica y sensual a aquellos reinos donde el amor es prisionero del autoritarismo y carcelero del corazón.
Mi enhorabuena y mi agradecimiento, Felicidad.
Un abrazo.
Mi querida amiga,nos dejas todo un relato de aventuras en pleno desierto,donde el "Gobi"hace acto de presencia,confundiendo al protagonista con mágicos espejismos,debido a la insolación y al cansancio...Muchas veces en la vida las circunstancias nos prueban,tenemos que utilizar la "espada de la razón y el temple"para sortearlas y discernir lo objetivo de lo subjetivo.Al final,nos quedamos sin saber,si lo que nos preocupaba era realidad o fantasía de nuestra mente,porque nada era lo que parecía...La vida nos sorprende siempre y hemos de estar muy atentos a la lección que nos deja.
ResponderEliminarMi felicitación por tu maestría,que nos lleva por los caminos de la imaginación hacia la propia vida...UNA GOZADA LEERTE.
Mi abrazo grande y mi ánimo siempre.
FELIZ SEMANA,AMIGA.
M.Jesús
Un relato bello y fascinante, me ha encantado leerlo, pasaré a menudo por tu blogs. Un saludo.
ResponderEliminarMagnifico relato, de gran creatividad y vistes de gala a las letras con tu calidad de expresión.Amiga muy agradecida por tu visita y cálido comentarrio en mi blog.
ResponderEliminarAbrazos y besos
Raquel Luisa Teppich
Marisa, el desierto es uno de los escenarios más visitados por la literatura y la reminiscencia del gran libro de los sueños, "Las mil y una noche", no ha cejado de acompañarnos en nuestras aventuras lectoras. Asi que me he incursionado en un desierto oriental para experimentar qué podía suceder entre sus dunas. Entre la ensoñación y las ilusiones ópticas que esconde sus fauces candentes hay mucho de presidio, de estar atrapado en medio de un paisaje voluble y cambiante y toda la simbología que se deriva de ello.
ResponderEliminarMarisa, me alegra que te guste.
Gracias amiga, nuevamente, por tus aportaciones y seguimiento.
Un gran abrazo desde estas Islas
María Jesús, tienes bastante razón cuando comparas las visiones que causan los males de desierto con las vivencias que cada día aparecen ante nosotros. No siempre es fácil dicernir lo importante y verdadero de lo fatuo o intrascendente, elevando a la categoría de real, la falacia y lo inexistente. El símil en tu voz poética de la espada me parece brillante.
ResponderEliminarMaría Jesús, agradezco mucho tus comentarios siempre acertados en el relato y generosos para mi.
Un gran abrazo y también para ti mis mejores deseos para esta semana.
Maruja, me alegra mucho que te haya gustado el relato.
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario y por visitar este café Lietario.
Un fuerte abrazo hasta Granada
Kelly, agradezco tu paso asiduo por el Café Literario. Me siento muy honrada por tu visita desde Mar del Plata.
ResponderEliminarMuchas gracias, poeta.
Un enorme y siempre cálido abrazo
Felicidad, contigo viajamos y soñamos con cada uno de tus relatos, y nosotras felices, nos dejamos llevar por la magia y la belleza de tu palabra.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga.
Un respiro, por favor, ay por Dios este cuento me tuvo al filo del infarto... esa pelea, esa espada por la garganta, ssssss.... es un relato genial! me tuvo expectante correteando por esos pasillos repletos de misterios en tierras orientales. Esa tormenta de arena, esas muselinas, ese tigre de la malasia y el decorado navideño tan dulce me transportaron a Oriente en un segundo, mi querida Feli. Tu imaginacion sorprendente no tiene limites, lograste un relato maravilloso.
ResponderEliminarUna combinacion de las mil y una noches con El ultimo samurai.
Tu blog esta encantador, te dejo el abrazo mas grande del mundo.
Oi Felicidade,
ResponderEliminarSua história é muito emocionante e recheada de criatividade .
Luzes deserto é um primor.
O deserto sempre nos transporta pra pequenas fantasias. Essas Dunas de areia são fascinantes.Muito bonito sua história. É com muita alegria que sempre leio seus textos.Gostei muito minha amiga. Beijos grande no coração, e ótima semana. beijos!
Un cuento oriental,llevado por el viento y acolchado por el desierto. Se aprecia el ondeo de las sedas y las luces al compás de los movimientos de las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
María, amiga, tienen para mi mucho valor tus palabras. Son un estímulo que me ayudan a seguir
ResponderEliminarSabes que aprendo y disfruto de las inteligentes entradas de tu blog y admiro el trabajo que realizas desde Caracas.
Gracias por leerme cada semana.
Un abrazo muy navideño
Carolina, siento haberte puesto al borde del infarto pero ya se sabe que adentrarse en el desierto y enredarse en luchas acarrea mucho esfuerzo. Amiga, he pretendido incursionar en el mundo oriental y de paso, y en la medida de lo posible, que los lectores hicieran la misma ruta. Es curioso porque mientras tu nos deleitabas con los tangos de Gardel y su cumpleaños en tu blog, tuviste que pasar en apenas un clik a las movedizas arenas de un desierto, a las sedas orientales o en artes marciales. Magias literarias.
ResponderEliminarAmiga, agradezco tu incondicional presencia en el Café Literario.
Un fuerte y nada desértico abrazo.
Smareis, tú lo has expresado muy bien. El desierto es un buen escenario para desplegar cualquier historia donde la fantasía es un elemento, casi tan propio de sus dunas, como las palmeras de sus oasis.
ResponderEliminarTambién yo acudo con alegría a la lectura de tus textos reflexivos y siempre abiertos a una vida mejor y posible.
Muchas gracias amiga por venir al Café Literario.
Un gran abrazo
Aníbal, si ahora hay un habitante del desierto, o cuando menos de sus proximidades eres tú. No en el Lejano Oriente pero sí en el Medio Oriente. Así que supongo conocerás en primera línea las rutas que traza y que conducen a la creación literaria. Lo he leído magníficamente expresado en tus poemas.
ResponderEliminarAmigo, gracias por venir desde Amann.
Un fuerte abrazo
Me sentí entre arena y caballos, pero lo que me impresionó fue el enfrentamiento con el gobernador, ud me puso a esquivar estocadas certeras. Excelente el giro final que lleva implícita la posible aventura.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Feli.. como siempre intensa.. y misteriosa.. en lugares remotos.. que invitan a la imaginación a dejarse llevar..muy muy lejos..como tu haces con nosotros..
ResponderEliminarun beso
Jaja! Feli, sos resimpatica y dulce!
ResponderEliminarLaura, la espada china y sus lances es una técnica milenaria que reduje a apenas unos movimientos. Hoy, es un arte, una bella coreografía pero en la China antigua era una auténtica lucha bastate más certera.
ResponderEliminarGracias, amiga por acercarse por el Café Literario.
Un gran abrazo
Estrella, no sé si es porque se acerca la vorágine navideña pero decidí que un paseo por el desierto antes de sumergirme en las fechas venideras podía ser una opción.
ResponderEliminarAmiga, gracias por leer este blog.
Un fuerte abrazo
Querida Felicidad:
ResponderEliminarEl desierto y sus espejismos lo vivimos a diario. Cuantas veces nos hemos dejado llevar por un algo que confiamos realizable y creíble, para luego constatar que era una ilusión creada en la imaginación. En las redes de Internet, es fácil ceder a la tentación de confiar en espejismos, que inducen a simples mercaderes a pensar que es realidad el influjo creado por una fértil imaginación. Como acostumbras, impecable relato.
Besitos mi querida escritora.
Solo somos un sueño que tu sueñas decía Facundo Cabral, que magnífico relato en las arenas del desierto , disfruto mucho cada uno de tus relatos , un gusto inmenso el leerte querida Felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por visitarme .
He sentido la magia del desierto al ir adentrándome en tu relato, me ha transportado a vivir la aventura de los protagonistas….entre espejismos que a veces confunde nuestra razón …
ResponderEliminarEnhorabuena por tu relato esta vez situado en un lugar para la fantasía, el misterio, envuelto en sedas de colores….nubes coloreadas….
Es una delicia pasar por tu blog.
Un fuerte y cálido abrazo
LA ESPADA CHINA Y ESE AIRE DE MISTERIO ENVUELVEN ESA TRAMA ENTRE FANTASÍA Y REALIDAD AHONDANDO EN LOS ENIGMAS Y EN LAS SECUENCIAS DE LOS CUENTOS ORIENTALES.
ResponderEliminarME RECUERDAS A ESOS TEXTOS QUE LEÍA DE NIÑA, TENÍA VARIOS... ES QUE POSEES ESE DON DE LLEVARNOS DE LA MANO POR LUGARES INSOSPECHADOS CON LA SABIDURÍA Y LA PLUMA DE UNA GRAN MAESTRA.
ES QUE LOS ORIENTALES TIENEN ESA MAGIA ARRAIGADA EN SUS COSTUMBRES, EN SUS LUCHAS, EN PRECEPTOS... Y EN RIGUROSOS CÓDIGOS.
BESOS MI QUERIDA PROFESORA
TU CLASE HA SIDO BRILLANTE COMO SIEMPRE.
RECONOZCO LA IMAGEN DE UNA PINTORA QUE YA PUBLIQUÉ Y QUE AHORA NO RECUERDO BIEN SU NOMBRE. TIENE UNAS OBRAS HERMOSÍSIMAS.
BESOOOOOS
Taty, mi admirada poeta chilena, es cierto que el desierto y sus tramposos espejismos nos acehcan a la vuelta de la esquina de cualquier ciudad o en la trama que tiende el imperio de las nuevas tecnologías. Este cuento tiene bastante simbología al respecto. La verdad se confunde con los sueños, las alucionciones y lo real, a veces se considera una continuación de un sueño.
ResponderEliminarUn gran abrazo amiga y mucho éxito en la publicación del libro en el que participas.
Pablo, como le comentaba a Taty, la línea que separa los sueños de la realidad es permeable, difusa y cambiante como el paisaje de un desierto. Basta una ligera brisa para que las dunas cambien de lugar y forma. Así es la vida y sus acontecimientos maravillosamente cantado por Facundo Cabral.
ResponderEliminarPablo siempre es un placer acercarme a Ecuador a leer tus entradas.
Un fuerte abrazo, amigo
Sneyder, sí, quise pincelar este cuento situado en el lejano Oriente con sus telas y sus colores. Y esbozar algunas de las costumbres, artes marciales, escenografía, etc. de la China antigua, y en medio esa simbología del sueño que se confunde con la realidad y la ralidad que se vuelve sueño.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado
Un fuerte abrazo, amiga
Luján, mi apreciada poeta argentina, los cuentos orientales, me refiero a los que nos han llegado desde la infancia, nos transmiten la magia de los colores, las formas, las costumbres, los modos y maneras de relacionarse, las artes marciales que son milenarias y es un campo abonado para la imaginación y la creación literaria.
ResponderEliminarMaestra de usted aprendo mucho cada vez que acudo a su magnífico blog.
Un gran abrazo
Un relato fascinante. Veo que tienes más que iré leyendo, produces rápido y escribes sobre temas de otras culturas, que no son fáciles, con una soltura increíble.
ResponderEliminarYo también escribo relatos en mi blog. Te invito a visitarme, si tienes tiempo, si no puedes no me importa en absoluto.
Ha sido un placer esta primera lectura y encontrarme con tu espacio.
Un abrazo.
Jose: Josef.
Felicidad, mágico y con olor a niñez, me he sentido muy cerca de Aladino y he navegado por el aire entre recuerdos. Felicitaciones, amiga. Un abrazo.
ResponderEliminarP/D:
(Como todo en la vida, nada es completo. En mi Blog he solucionado lo de los comentarios pero he perdido a mis seguidores. No sé qué ha pasado, ya que esta Plantilla es la 2 de la anterior) Cosas de Blogger, amiga
Felicidad: es increible la forma en que relatas. La historia es fascinante, y como lectora te digo, me has cutivado. Un beso.
ResponderEliminarmariarosa
José, bienvenido al Café Literario. No tardaré en acudir a tu blog y conocer los que escribes. Más que producir rápido suelo publicar cada semana y, sí hay mucha variabilidad. Cada historia necesita un escenario que la enmarca y le da sentido.
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario.
Un gran abrazo
Zuni, me alegra que te guste el relato.
ResponderEliminarCon respecto a tu blog ha sido muy complicado dejar comentarios, así que es una buena noticia que ya hayas solventado ese problema. Siento que Blogger te haya eliminado los seguidores, espero que se solucione pronto.
Amiga, gracias por pasar por el Café Literario.
Un fuerte abrazo
Amigo de Otros paisajes te agradezco tu visita al Café Literario.
ResponderEliminarGracias por venir desde Guatemala.
Un gran abrazo
Mariarosa, gracias por tu presencia en el Café Literario.
ResponderEliminarEres muy amable en tu comentario. Me alegra que te haya gustado.
Te agradezco que cada semanas vengas desde Argentina a leer este blog. Un honor para mi.
Un fuerte abrazo
Tus relatos siempre son inquietantes.
ResponderEliminarcon mis mejores deseos para estas navidades
¡felices fiestas!.
Ricardo, gracias por tu visita.
ResponderEliminarTambién te deseo una Feliz Navidad y que la literatura siga siendo nuestro punto de encuentro.
Un gran abrazo
Vamos nos unir a cada Dia um pouco mais
ResponderEliminarestreitando nossos laços de amizade em longos
abraços.
Vamor fazer a diferença na vida de muitos
que esperam com ansiedade uma palavra de amor e esperança.
Vamos levar a paz onde persisitir a desunião.
Vamos fazer uma prece para Deus pois desejamos
um mundo melhor .
Embora a própria humanidade perderam as esperanças
e muitos já não sabe onde ficou sua fé.
Que seu final de semana seja felicidade suprema.
Que nossa amizade atravesse fronteiras levando amor.
Beijos no coração.
Evanir.
Te dejo mi saludo navideño en mis coplas:
ResponderEliminarCOPLAS DE NAVIDAD
En Belén nos nació un niño...
cuando hombre, murió en la Cruz.
¡Esperanza dio a la Tierra;
al corazón, la luz!
Su mirada, de ilusión;
su nariz, con un lunar;
sus cabellos, de ensueños
y su boca, para amar.
Sus manitas regordetas
con deditos sonrosados
ya nos dan su bendición.
¡Somos sus seres amados!
¡El Niño duerme feliz!...
Un buey le cuenta secretos,
la vaca le dice muuu
y un gallo se queda quieto.
Mientras duerme el Niño Dios,
María lava pañales,
San José ordeña una cabra
y ahuyenta todos los males.
Llegan todos los pastores,
a adorarlo, desde el cerro.
Traen leche y corderos,
pan crocante y un cencerro.
Para él, los pájaros trinan,
se oyen alegres gorjeos.
Los grillos hacen cricrí
y a las cigarras no veo.
La estrella en Belén titila,
al Niño quiere anunciar.
Unos sabios Reyes Magos
ya la siguen sin parar.
Adoran al Niño
María y José,
todos los pastores,
los Reyes también.
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 14-12-03